jueves, 21 de abril de 2022

Vivir sabroso: Hablar sobre el género.

 



...los distintos mitos y definiciones construidos acerca del “deber ser” en cuanto a género, no solamente se alejan de la realidad de cada persona, sino que también están cargados de un sin fin de demandas sociales imposibles de cumplir.


POR: ANDRÉS FELIPE CABALLERO

14 de ENERO DE 2022

 

Pareciera que cuando se expone la palabra “razones” comprenderíamos un listado de situaciones o de ideas que pueden acercarnos a validar el por qué de la pertinencia en la actualidad de hablar sobre el género y su multiplicidad de efectos de acuerdo con las construcciones de significado que se han trazado en las culturas. Sin embargo, de por sí esto es una imposibilidad. Las razones generalmente son variadas y no se distinguen unas de otras, más bien en el caso aquí descrito, mencionaré algunas ideas respecto a discusiones que se han tenido en otros espacios, de las cuales he tenido la fortuna de participar y describir. Diálogos que permiten identificar y reafirmar la pertinencia de conversar sobre el género y sus facetas complejas, que determinan el ámbito de lo humano, lo social y la posibilidad autónoma de decisión en el sujeto.

 

Conversaciones vigentes y que incluso su desarrollo se ha atrasado a través de los tiempos, prolongando una sucesión de cotidianidades poco interrogadas o interpeladas. La pregunta y el interrogante sobre todo lo cotidiano, y favorecer en el trabajo imaginativo, la creación de lo nuevo, la invención en las posibilidades de estar, de sentir, de vivir y de hacerse cargo de un relato propio, como propio pueden ser sus cambios.

 

En la cultura contemporánea o en las formas en que se va desarrollando la cultura, sus discusiones, movimientos o estrategias comerciales y de mercado, en donde se gestionan diversos intereses; pueden ser políticos, legales o subversivos ante los discursos, la misma cultura o las formas en que se ejerce el poder, ha hecho resonar cantidad de voces y nuevas estructuras. Por ejemplo, se podría empezar con el feminismo, convirtiéndose poco a poco en una voz que retumba socialmente, que a su vez ha devenido en la creación de diversas formas de discurso frente a la mujer, el género y siempre: el cuestionamiento hacia el poder.

 

En este cuestionamiento, la pregunta ¿por qué hablar de feminismo hoy? Inquieta, y no solamente hacia la evocación sino a la provocación. Entre las discusiones y lo que esto puede provocar considerablemente, una mirada hacia las formas de poder que nunca había sido escenario de duda de forma colectiva. Esta pregunta que surgió en algún espacio de conmemoración del “día de la mujer” en una institución católica de la ciudad de Cali y en un escenario de celebración, facilitó de forma instantánea evidenciar algunos imaginarios y construcciones cotidianas frente a lo que se cree, debe ser un “sentirse bien” en la mujer celebrada, un regalo que se da en “su día”, además de toda la vertiente conservadora y costumbrista de los rituales religiosos mayoritariamente en la ciudad y la cultura occidental.

 

Podría pensarse que esta cantidad de factores pueden dificultar la posibilidad de abrir un espacio de debate, sin embargo esta puesta en escena de forma instantánea pudo configurar un devenir de dialogo entre aquello que se cree, debe ser motivo de celebración y la proposición de un interrogante frente a los diferentes roles configurados en la sociedad hacia la mujer y como este discurso de poder asumido, da lugar a la construcción de estructuras que se introducen en el imaginario colectivo e individual, haciendo propias las definiciones de otros, sin posibilidad de la duda. Justamente este escenario puede permitirse un espacio de cuestionamiento a la institucionalidad desde el interior de sus instituciones.

 

De acuerdo con lo anterior, en las definiciones de otros (cultura, familia, sociedad) sobre el género y en esta primera descripción, frente a consideraciones del ser mujer y lo que “ella necesita y quiere para estar bien”, puede usarse como forma de cuestionamiento acerca de ¿Quién puede decir “qué necesita y quiere para estar bien” determinada persona?, en donde tal vez podríamos encontrar una alianza entre, lo que “ella necesita y quiere- lo define ella”. En esta escritura que erróneamente podríamos considerar fácil de realizar, solamente surge a partir de la posibilidad de compartir y generar invenciones desde las distintas experiencias personales, desde la cual pareciera que la posibilidad de discutir frente a las definiciones que otros dan y que se ha mantenido como obviedad, puede llevar a considerar el poder autónomo de la persona de construir sus propias definiciones frente a si misma sobre el tema de género.

 

Al respecto del tema de género y las definiciones que habitan el colectivo y el singular, incluso colocando como ejemplos lo llamado masculino y femenino, se abre paso en las distintas experiencias, la imposibilidad de definirlo. Se culminan varios grupos de discusión con esta misma inconclusión, la incapacidad generalizada al cabo de la reflexión, de definir las diferentes formas de género. Sin embargo abundan de primera mano “el deber ser” de cada uno de los tipos de género existentes, lo cual resulta interesante, pues en las resonancias de diferentes voces, se descubre la invención de mitos arraigados a la historia, la familia, la cultura y las instituciones, en la cual los sentidos que solo se construyen a través de las experiencias, los sentires, las palabras terminaron siendo aceptadas como característica preliminar de todo ser humano, determinado por vertientes evolutivas como la descripción corporal.

 

Es justamente cuando se visibilizan algunas definiciones sobre género que se han construido cotidianamente y las experiencias, sentires y vivencias de cada sujeto, aparece la contradicción en los significados, en donde pareciera ser que los distintos mitos y definiciones construidos acerca del “deber ser” en cuanto a género, no solamente se alejan de la realidad de cada persona, sino que también están cargados de un sin fin de demandas sociales imposibles de cumplir. Y resulta importante porque es precisamente en esta contradicción, en la que se visualiza la multiplicidad de definiciones que se pueden construir, inventar, crear y otra forma de relación del sujeto frente a su historia de vida.

 

En esta interrogación a los diferentes discursos de poder que abundan sobre el género, en la que la duda frente a lo que llamamos lo “normal” se vuelve cada vez más imposible ante la incapacidad de definiciones generalizadas, y sumado a esto, la posibilidad de la invención subjetiva heterogénea en un mundo marcado por la certidumbre, la efectividad, la planeación y la mecanización de la vida cotidiana de acuerdo a patrones corporales, permite pensarnos incluso las elecciones y decisiones como un “arte”, en la cual el velo de lo normal entra en cuestionamiento y la multiplicidad de construcciones de sentido como una apuesta creativa del sujeto en su relación con sus gustos, deseos y escenarios para vivir.

 

Los espacios en los cuales se discute, conflictúa, se piensa y se construye a partir de los diálogos frente al género y su arqueología en las definiciones y significados, propicia entonces una discusión sobre las elecciones incluso de formas, proyectos y posibilidades de vivir, puesto que los lugares en los cuales estas definiciones prestablecidas anteriormente mencionadas han tenido relevancia, ha permitido la configuración de roles tanto al interior de la familia, los escenarios laborales y las posibilidades de elección de acuerdo a un “ideal” de género, dispositivos académicos, roles “esperados” en las relaciones amorosas en sus múltiples formas, etc. Y sus efectos derivan en otras posibilidades de construcción creativa de elecciones y por lo tanto es revolucionario en un mundo que oferta innumerables decisiones prestablecidas.

 

La vigencia de los diálogos acerca del género y los escenarios en los cuales sus efectos retumban, se convierte en un espacio tan pertinente no solo desde las temáticas relacionadas a determinada orientación sexual, la discriminación y los derechos, sino también en la construcción de autonomía, creatividad e invención en la posibilidad de decisión y elección de vida más allá de patrones preestablecidos, asimismo la cercanía con diálogos en cuanto al placer y el deseo más allá de la “amenaza” en la mirada de los otros.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario